Para el propietario de La Maison Blanche, Aziz Begdouri, restaurar su hotel Riad fue una obra de puro amor que duró seis años.
Aziz supervisó la minuciosa reconstrucción, realizada con exquisitas yeserías y azulejos de cerámica hechos a mano que proporcionan una sensación de autenticidad a este Riad (casa tradicional marroquí construida alrededor de un patio) del siglo XIV. Tiene una ubicación envidiable en la alcazaba, la zona fortificada en el punto más alto de la medina histórica de Tánger (casco antiguo).
Aziz es un tangerino nativo y habla inglés, árabe, francés y español con fluidez. Ha trabajado como guía de la ciudad, así como de otras partes de su Marruecos natal, durante muchos años. Un guía turístico entretenido y altamente profesional, Aziz ofrece una visión fascinante de la historia y la cultura de Tánger. Tanto es así que el respetado gurú de viajes estadounidense Rick Steves recomienda los servicios de Aziz.
Aziz ofrece una gran cantidad de conocimiento y experiencia local, lo que le permitirá sentirse completamente cómodo y cuidado en este hermoso hotel, así como experimentar esta fascinante ciudad africana desde la perspectiva de un nativo.
Aziz comenzó los trabajos de restauración del Riad en 2005. La parte interior del edificio fue reconstruida por completo, quedando intacto tan solo el muro exterior. El tradicional hotel marroquí, distribuido alrededor de un patio central cubierto con una hermosa fuente en forma de estrella en el centro, se compone de nueve habitaciones, dos áreas de lectura y una azotea de dos pisos. Las telas son de la renombrada casa parisina de telas Pierre Frey, y la mayoría de los muebles y piezas decorativas son hechas a mano por artesanos marroquíes.
El Riad tiene ocho habitaciones con camas doble y una doble con camas individuales. En las habitaciones se respira un aire auténtico, lujoso y morisco-europeo que cuenta con entradas de madera de cedro tallada, puertas de madera antigua, arcos en forma de herradura de yeso blanco y armarios de madera empotrados o independientes con puertas de madera tallada, que contienen espacio para colgar y estantes. Los baños están construidos en mármol proveniente de las montañas cercanas del Rif. Todos los baños tienen una bañera. Las modernas instalaciones incluyen televisores de pantalla plana con canales por satélite y wifi gratuito.
Todos los muebles son antiguos o hechos a medida en Marruecos para el hotel, desde las mesitas de noche hasta los armarios. Se ha pensado con mimo en cada detalle para hacer que la experiencia de cada huésped sea lo más cómoda y auténtica posible, desde azulejos hechos a mano y hermosas botellas de vidrio que contienen artículos de tocador hechos a medida, hasta impresionantes lámparas de techo marroquíes y candelabros de pared de latón hechos a mano y diseñados especialmente para el hotel, tarros de cerámica pintados y llaveros cubiertos con muestras de tela de cada habitación.
Los suelos son de ladrillo parqué con incrustaciones de los tradicionales mosaicos hechos a mano.
El hotel está decorado con impresiones y pinturas originales que muestran escenas de Tánger y la alcazaba a lo largo de los siglos.
Los azulejos hechos a mano están presentes en todo el Riad, desde la fuente verde hecha de intrincados azulejos en el patio de entrada, hasta las escaleras, donde cada escalón está bordeado de azulejos, pasando por los baños, cada uno de los cuales tiene un tema de color que complementa la decoración del dormitorio. Los espejos y lavabos están ribeteados con azulejos en la tonalidad correspondiente, lo que proporciona una explosión de vitalidad marroquí.
La decoración ofrece una mezcla armoniosa de sofisticación francesa y artesanía marroquí.
El Riad en sí está siempre lleno de fragantes flores frescas: calas, rosas y agapantos, mientras que en la terraza hay vibrantes buganvillas, geranios y jazmines de colores bermellón, así como hortensias y la dulce dama de la noche. Los tallos en los floreros de los dormitorios y baños aportan un delicioso toque floral a los ambientes.
La exótica mezcla de la arquitectura marroquí y las lujosas telas francesas, junto con los suntuosos y acogedores espacios públicos y las impresionantes vistas, hacen de este hotel un lugar sumamente romántico en el que pasar unos días con su pareja.
Tánger está a una hora en barco de Andalucía, al sur de España, o a un corto vuelo de muchos aeropuertos europeos. Un paseo por la alcazaba, donde encontrará el hotel, con sus antiguos arcos de piedra que ofrecen vistas espectaculares al mar de fondo, seguido de un dulce té moruno en una pintoresca tetería, puede ser la tarde perfecta para unos amantes de escapada.
Para más detalles, rogamos que por favor consulten este maravilloso artículo en español, de Amparo de la Gama, sobre nuestro Hotel - Riad de "La Maison Blanche"